Siglo XIX. Madrugada del día 25 de diciembre, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Socuéllamos se celebrará la tradicional Misa del Gallo, la misa que conmemora el Nacimiento de Jesús de Nazaret. Son las primeras horas del día, la del canto del gallo (ad galli cantus), pues en ese momento es cuando fue anunciado el Nacimiento del Redentor.
Los Maitines es una hora canónica en la liturgia cristiana, originalmente cantada durante la oscuridad de la madrugada. Es la hora más temprana del amanecer que servía de rezo en la Iglesia católica y en la Iglesia ortodoxa para la liturgia de las horas canónicas.
Varias referencias históricas a la celebración de la Misa del Gallo en Socuéllamos fueron reflejadas en las Efemérides del párroco Tomás Franco Torremocha. La primera en el año 1870, "el día 24 de diciembre estaba el tiempo frío y lluvioso y a las 7 de la noche comenzó una tormenta con relámpagos y truenos espantosos, acompañado de un fuerte huracán y lluvia a torrentes, que duró sobre media hora, aunque después continuó lloviendo de modo que a la Misa del Gallo solo vinieron 10 ó 12 hombres".
Nos relata también don Tomás Franco que en la Misa del Gallo del año 1880, celebrada igualmente en la Iglesia de la Asunción, "mientras se cantaban los maitines, entró en la iglesia un hombre vestido de máscara con traje de mujer. Luego que se apercibió la gente y se extendió la noticia se irritaron los fieles de tal profanación. La Guardia Civil y el Juez de Paz sacaron al delincuente y apenas el párroco pudo contener a la gente para que no hiciesen un atentando".
La hora de celebración de la tradicional Misa del Gallo ha evolucionado desde la rigidez de comenzar al menos a medianoche del 24 de diciembre o en la madrugada del 25, a celebrarse en la tarde del 24 de diciembre, tras la caída del sol, en la que puede considerarse que comenzaría el siguiente día, en este caso el día de la Natividad de Jesucristo. Así se viene haciendo los últimos años en la celebración por el Papa en Roma, así como en multitud de provincias y localidades, como el caso de Socuéllamos.
Indicar por último, que en siglos pasados, el tono alegre de la Eucaristía de Nochebuena se complementaba con celebraciones populares en torno a la misma, con música y bailes para conmemorar la Natividad de Cristo.
Dibujo: Noche de Navidad en el interior de una iglesia española, por M. Miranda, publicada en 1873 en la revista francesa L’IllustrationRIPM.ORG
Efemérides de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Socuéllamos, por don Tomás Franco Torremocha, impreso por la Imprenta Provincial de Ciudad Real, 2006.
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